La dieta es un método fundamental para cambiar la tendencia de nuestro organismo a sentir dolor. Si se limitan los alimentos que favorecen la inflamación y se aumentan los que tienen efectos analgésicos pueden obtenerse resultados muy positivos.
No se debería de abusar de:
- Los alimentos ricos en oxalatos cálcicos y ácido úrico debido a que estos aumentan los dolores articulares inflamatorios.
- El azúcar refinado (dulces, bolería...) debido a que aumentan la acidez metabólica y elimina minerales de los tejidos.
- Las grasas de procedencia animal. Este tipo de alimentos tienen un efecto inflamatorio.
- Las proteínas de origen animal: sobrecargan el organismo de residuos y elevan la acidez de los tejidos favoreciendo la inflamación.
- Fibra: cereales integrales, semillas, legumbres, frutas y hortalizas debido a que ayudarán a nuestro organimso a eliminar toxinas.
- Avena: aporta avenina, que es una sustancia sedante.
- Antioxidantes: betacaroteno (brécol, zanahoria...), vitamina C, vitamina E y otros alimentos ricos en estas sustancias.
- Alimentos ricos en minerales: reducen los dolores musculares y de nervios.
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