Hay una gran variedad de técnicas que pueden ayudar al paciente con Fibromialgia a relajarse como puede ser: escuchar música, dar un paseo o darse un baño de agua caliente, entre otras.
La técnica de la respiración tranquilizadora es fácil de aprender, se puede realizar en cualquier lugar y es muy efectiva.
Esta técnica consite en realizar respiraciones muy lentas y pausadas. El aire entrará lentamente en nuestro organismo, en primer lugar ese aire se dirige hacia el vientre, luego al estómago y por último a los pulmones.
Para realizar la respiración tranquilizadora se deben seguir por orden los siguientes paso:
- Se debe realizar en un lugar tranquilo, con poca luz, que proporcione al paciente una sensación cómoda, libre de ruidos y si es posible ambientada con música tranquila.
- Debe iniciarse a ser posible acostado, aunque existe la posibilidad de realizar la técnica sentado.
- Se pondrá la mano izquierda debajo del ombligo y la mano derecha encima del ombligo.
- Una vez hecho esto debe concentrarse en la forma de respirar.
- Las inspiraciones que se hagan deben de ser lentas y pausadas. En este paso se va a notar como el aire que entra en el organismo se dirige desde la parte baja de los pulmones hacia el pecho, ya que en primer lugar se hincha el vientre, luego el estómago y finalmente el pecho.
- Una vez realizado el paso anterior como los pulmones están llenos de aire se intentará mantener la respiración de 3 a 5 segundos.
- Por último este aire se va a expulsar por la boca de manera lenta.
La técnica de respiración tranquilizadora requiere de una cierta práctica para dominarla y así notar mejor sus beneficios.
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