El calcio y el magnesio son dos minerales imprescindibles en la dieta de una persona que tenga Fibromialgia. Las cantidades necesarias se ingieren a partir de alimentos naturales, aunque en algunos casos no es posible, y por lo tanto, se recurrirá a introducirlos en la dieta a través de suplementos.
Cuando existe poca ingesta de calcio, la concentración de este en la sangre es bajo y por lo tanto se producen calambres musculares. La dosis diaria necesaria se va a garantizar con el consumo de leche y derivados (yogures y queso).
Si existe deficit de magnesio en la dieta de los pacientes con Fibromialgia se van a ver afectados los impulsos nerviosos, los cuales son muy importantes en la contracción muscular.
La carencia de ellos puede provocar apatía, debilidad y calambres musculares.
Algunos alimentos ricos en magnesio son los siguientes:
- verduras de hoja verde
- cacao
- nueces
- marisco
- cereales integrales
- legumbres
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